Y un día me fui...y entendí que a veces, aunque creas que romperte duele, quizá...es lo mejor para empezar de cero. Agacharte, recoger tus piezas de una en una e irte a recomponerte a casa. Conocerte a ti misma, antes que a cualquier otra persona. Un día te encuentras, y entonces dejas de temer al espejo y al que dirán. Y de repente te quieres. Y entonces... el miedo desaparece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario