Van a hacerte daño. Vas a llorar. Vas a querer tirar la toalla alguna vez...pero no lo vas a hacer. Vas a levantarte después de una caída, y con mucha más fuerza después de una zancadilla. Vas a sacudirte las rodillas y vas a seguir. Vas a correr hacia ningún lugar. Huyendo posiblemente de ti misma. Hasta que de pronto...de golpe y porrazo, te encuentres. Y eso va a ser lo mejor que pueda pasarte. Pero es que vas a reir tanto...vas a disfrutar, a conocer, a viajar, a bailar noches enteras. Y eso compensará las noches en vela buscando solución a personas que no tienen solución. Vas a soñar y a luchar por tus sueños.
Y si no...procura hacerlo. Pero todo.
Procura fallar, llorar y caerte. Porque no hay mayor lección que una caída. Procura llegar al límite...allí es en el único lugar donde verás lo fuerte que eres. Cuando te agaches y recojas esa toalla del suelo y decidas seguir luchando por lo que quieres, aunque sea difícil. Corre, procura correr y perderte de vez en cuando, no solo para ver quien sale corriendo a buscarte sino para aprender a conocerte a ti. Aprender a mirarte al espejo y sentirte orgullosa de lo que ves. Aunque veas fallos. Aunque veas que no eres perfecta (que no lo eres, pero da igual).
Y de todo lo demás disfruta, porque al fin y al cabo, aquí, a este mundo...hemos venido a eso.


